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Inspiración

«ESTUDIAR, estudiar, leer, leer, aprender de los maestros paisajistas… eso no tiene fin.»

Además, nos han enseñado que lo más importante es ANALIZAR muy bien el terreno en el que vas a trabajar. Debemos pasear por la zona del futuro Jardín, ver sus colores, su tierra, su amanecer y atardecer, en definitiva… como paisajista deberás pasear por él para ver qué te dice.

Pasarás a estudiar a fondo la zona: sus vientos, soleamiento, lluvias, vegetación …

Encontrarás así, por ejemplo, el sitio concreto donde debes situar barreras para rebajar las corrientes de aire o donde estará la zona de máximo bienestar para plantear donde colocar el comedor al aire libre.

Planearás sombras, zonas de paseo por el jardín, lo que quieres potenciar, lo que quieres ocultar, pensarás como unir tu diseño con la naturaleza que lo va a rodear… Y te fijarás en a LUZ!…

Muy importante diseñar tu plantación contando con la luz del enclave y buscando que el Jardín en si mismo tenga su propia LUZ.

También imaginarás y diseñarás la iluminación para que el jardín luzca por la noche, buscarás el mobiliario que más le guste a tu cliente… Imaginarás las plantas que vas eligiendo en cada una de las estaciones del año, porque cada época tiene su belleza y el Jardín se puede admirar y vivir siempre.

Los sonidos, la fauna y… el agua.

 Pensaremos si queremos escuchar el ruido del agua o bien necesitamos de su frescor para mejorar el ambiente. O a lo mejor simplemente planearemos una piscina para disfrutar…que además pueda reflejar la vegetación de alrededor consiguiendo una imagen preciosa.

Estos y muchos retos más con el objetivo primordial de conseguir que tu cliente está contento, eso, sobre todo. Todas sus necesidades, aficiones y deseos, de él y su familia, deben reflejarse en tu proyecto.

Viajar

VIAJAR, además de estudiar (y mucho) es la mejor manera de inspirarse. A veces visitas jardines apasionantes creados por la mano del hombre. Jardines clásicos, jardines de estilo francés, jardines ordenados o aparentemente desordenados, jardines modernos, jardines de estilo hispano-musulmán…

Otras veces, la mayoría, basta con mirar la naturaleza que no necesita de la mano de nadie para inspirarte y hacerte volver a casa con la cabeza llena de ideas que “copiar”.

A veces encuentras al “genio del lugar” después de hacer mil dibujos sobre un plano, alzados, bocetos, zonificaciones. Y luego llegas al vivero y sigues añadiendo ideas a tu proyecto. Finalmente, cuando llegas a replantear tu Jardín antes de empezar la obra sigues añadiendo nuevos detalles…

Añadimos a nuestro proyecto la voluntad de ser lo más eficientes y consecuentes posibles con el consumo del agua que requiere la plantación elegida

Nos gusta la idea de un jardín sin riego. Y para eso, de nuevo, ¡¡estudiar y aprender!!

Todo acaba tomando forma. Hemos llegado a definir el concepto y el nombre del Jardín. De repente en círculo de cierra. Llega el momento de empezar la obra. A nosotros nos gusta ESTAR presentes en la obra desde el principio. Desde que se prepara el terreno, el día que llega la planta y los materiales y por supuesto en el momento de la plantación.

Nos gusta asegurarnos de que nuestras ideas se plasman tal y como las habíamos imaginado.

Y ya, si sumado a todo este trabajo, conseguimos que nuestro cliente esté FELIZ…eso ya no tiene precio.